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La falsa caridad


"La caridad, es decir, el amor puesto en práctica, debería ser el principal impulsor de vuestros actos, en la vida que allí lleváis, y la que también llevamos aquí.

Sin embargo, y con gran dolor de nuestros corazones, asistimos a la banalidad de esa hermosa palabra, que muchos repiten y repiten, pero sus corazones hace ya tiempo que desconocen su verdadero significado.

De la caridad no se debe hablar tanto, si no practicarse.

¿Recordáis que vuestra mano derecha no debe saber lo que hace en vuestra mano izquierda? ¿y qué decir de aquellos que se golpean el pecho, mientras se ponen de ejemplo de una caridad mal entendida, una caridad empieza y acaba en ellos mismos, que nunca trasciende a los demás, ya no sólo materialmente, sino ni siquiera con un simple gesto de humanidad con sus hermanos?

No seáis como esos fariseos de los que Jesús nos hablaba, que presumía de cumplir mejor que nadie los preceptos y que luego tenían una piedra por corazón.

No habléis de caridad sino practicarla y no debéis de ir muy lejos. ¿no conocéis cerca de vosotros a nadie que sufre, situaciones de vuestros hermanos por las que pasáis de puntillas, como para no mancharos mientras, día sí, día no, os ponéis como ejemplo de ser los guardianes de la Caridad?

Mientras, negáis el pan y la sal, no ya a las personas lejanas, y no ya mediante desembolsos económicos, aunque muchos os los podríais permitir sin problemas, sino ni siquiera mediante los más humildes actos de compasión a los que os rodean.

¿Recordáis, de verdad, cual fue vuestro último acto real de Caridad frente a vuestro prójimo, o preferís engañaros para así tranquilizar vuestras conciencias?

Dejadme que os diga: todos esos que conocen bien la doctrina, que hablan tanto de un amor que no practican, aquellos a los que se les regaló con los dones del conocimiento y que no los quisieron poner en práctica, nada deben esperar.

Algún día serán preguntados: ¿qué hiciste por tu hermano, el que estaba a tu lado, el que sufría? No tuvisteis consideración por él, no os conmovió su sufrimiento... y ¿por qué esperas entonces que ahora nos conmuevas?

La misma consideración hacia los más humildes, hacían los que sufrían, que tuvisteis allí es la que debemos esperar aquí

El mensaje que os querían transmitir es pues el siguiente: dejad de hablar tanto de caridad, salir fuera y practicarla y no lo vayáis pregonando a los cuatro vientos.

Vuestros actos llegarán a oídos de Dios y cuando os llegue el momento seréis acogidos aquí con amor y con verdadera Caridad."

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